Vygotsky concluyó que el pensamiento y el habla del niño comienzan
como funciones separadas, no necesariamente conectadas entre ellas, pues son
como dos círculos que no se tocan. Uno representa el pensamiento no verbal el
otro, el habla no conceptual. Conforme el niño crece, los círculos se unen y
se sobreponen lo que significa que el niño empieza a adquirir conceptos que
tienen etiquetas de palabras. Un "concepto" significa una
abstracción, una idea que no representa un objeto particular, sino más bien una
característica común compartida con diversos objetos.
Él no estuvo de acuerdo con muchos que decían que el niño por sí mismo puede tener habilidades de pensamiento conceptual avanzado como resultado de la maduración interna, distintos de las que le son enseñadas. Aun cuando admitió el rol necesario de la madurez interna en el desarrollo, Vygotsky creyó en la educación formal e informal del niño mediante el lenguaje, el cual tiene una fuerte influencia en el nivel del pensamiento conceptual que alcanza.
Los estudios de Vygotsky le permitieron concluir que el desarrollo del habla precede a las cuatro etapas gobernadas por las mismas leyes que regulan a otras operaciones mentales que utilizan signos, tales como contar o memorizar con la ayuda de utensilios mnemotécnicos.
Él no estuvo de acuerdo con muchos que decían que el niño por sí mismo puede tener habilidades de pensamiento conceptual avanzado como resultado de la maduración interna, distintos de las que le son enseñadas. Aun cuando admitió el rol necesario de la madurez interna en el desarrollo, Vygotsky creyó en la educación formal e informal del niño mediante el lenguaje, el cual tiene una fuerte influencia en el nivel del pensamiento conceptual que alcanza.
Los estudios de Vygotsky le permitieron concluir que el desarrollo del habla precede a las cuatro etapas gobernadas por las mismas leyes que regulan a otras operaciones mentales que utilizan signos, tales como contar o memorizar con la ayuda de utensilios mnemotécnicos.
Etapa Primitiva o Natural
El llamó a la primera de las cuatro etapas, primitiva o natural. El primer período, que representa el tiempo anterior a que el círculo del lenguaje cubre parcialmente al círculo del pensamiento consciente, comprende, según Vygotsky, desde el nacimiento hasta los dos años.
La etapa se caracteriza por las tres funciones del habla no intelectual. Primero, los sonidos que representan descarga emocional, como el llanto con el dolor o frustración o el arrullo y balbuceo satisfechos. Luego, en el segundo mes, aparecerán estos mismos sonidos emocionales, pero con cierto significado, y se pueden interpretar ya como reacciones sociales hacia voces o apariencias de ciertas personas. Son sonidos de contacto social, como la risa y una gran variedad de sonidos inarticulados. El tercero consiste en las primeras palabras, que son sustitutos de objetos y deseos, aprendidas por acondicionamiento cuando los padres unen las palabras a los objetos, del mismo modo en que algunos animales son condicionados a reconocer palabras como etiquetas de las cosas. |
Etapas Psicología naïve y habla egocéntrica.
La
etapa primitiva termina alrededor de los dos años de edad y entonces comienza
el segundo período, llamado de la psicología naïve. Aquí el niño descubre que las palabras tienen una función
simbólica y esto lo demuestra al preguntar el nombre de las cosas. Ya no hay un
simple acondicionamiento por el pensamiento conceptual o verbal. Para probar su
hipótesis, Lev planteaba problemas que debían ser resueltos por los niños
durante el juego. Así observaba que la cantidad de habla egocéntrica en estas
ocasiones era el doble de cuando el niño no tenía que enfrentar estos
problemas. Vygotsky interpretó esto como evidencia de que el habla egocéntrica
no servía para liberarse de tensiones ni un acompañamiento expresivo de la
actividad, sino una herramienta significativa del pensamiento en la búsqueda y
la planeación de la solución del problema.
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Etapa del crecimiento
Vygotsky tampoco estaba de acuerdo en que el habla egocéntrica terminaba a los siete años. Al contrario, veía que el declinamiento del habla egocéntrica era la señal de la aparición de la cuarta etapa en su desarrollo jerárquico: la etapa de crecimiento, en la cual el niño aprende a manejar el lenguaje en forma de habla reautorizada dentro de su cabeza, al pensar a la manera de memoria lógica y utilizar signos internos para resolver problemas. A partir de entonces, el individuo usará el lenguaje interno y el expresivo como herramienta en su pensamiento conceptual y verbal.
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